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ACTUALIDADES

sábado, 29 de mayo de 2010

[REPÚBLICA] La Casa Real ahorraría diez veces más que el Gobierno si se aplicase el mismo ajuste

Ruth Ugalde
El presupuesto de la Casa Real para este ejercicio asciende a 8,9 millones de euros. Un recorte del 15%, como el aplicado a todo el Ejecutivo, permitiría ahorrar 1,3 millones de euros, frente al ahorro de 100.000 euros logrado con la rebaja de sueldos de todo el Gobierno.

Desde que estalló la crisis financiera, en el verano de 2007, el presupuesto de la Casa Real se ha incrementado un 7,32%, al haber pasado de 8,28 millones de euros a 8,89 millones de euros. Una cifra que el Jefe del Estado pidió congelar en los presupuestos de 2010, "a la vista de las actuales exigencias de austeridad presupuestaria", según reconoce la propia Casa Real en su página web.

Este gesto, sin embargo, puede quedarse corto en comparación con las drástica medidas adoptadas hoy por el Gobierno y que incluyen un recorte medio del 5% del sueldo de los funcionarios este año y su congelación, junto a la de las pensiones, el próximo ejercicio.

De hecho, la decisión de congelar el presupuesto del Jefe de Estado estuvo en línea con la decisión del Jefe del Ejecutivo de congelarse el suyo el año pasado. Pero ahora el Gobierno ha ido más allá, aplicando un recorte del 15% a todos los altos cargos de la Administración, con el presidente, los tres vicepresidentes y los catorce ministros a la cabeza.

Si se aplica al Jefe de Estado "las actuales exigencias de austeridad presupuestaria" que se ha impuesto el Jefe de Gobierno, se conseguiría un ahorro de 1,3 millones de euros, una cifra simbólica, pero en línea con las duras políticas que se están adoptando para todas las partidas que forman parte del gasto corriente del Estado, donde se incluye el presupueto de la Casa Real.

Un recorte de este tipo dejaría reducido a 7,56 millones de euros el presupuesto de la Casa Real, es decir, volvería a los niveles de 2004. Además, este ajuste equivale a multiplicar por más de 10 veces los 100.000 euros de ahorro que se consigue con el recorte del 15% de la retribución de todo el Gobierno.

Sin embargo, aunque esta comparación puede ayudar a hacerse una idea de dónde se ubicaría esta cifra de ahorro, también es cierto que dentro de esos 8,9 millones se incluye la retribución del personal de la alta dirección, de dirección y del personal laboral de la Casa Real.

En cambio, los gastos de seguridad corren a cargo del Ministerio del Interior, los relativos a vehículos oficiales y conductores están dentro del presupuesto del Ministerio de Economía, el Palacio de la Zarzuela y los demás Reales Sitios, como son propiedad del Estado, se enmarcan bajo el paraguas de Patrimonio Nacional, responsable de su mantenimiento, y los gastos relativos a viajes y visitas oficiales los asume el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación.

fuente: lainformacion.com

sábado, 15 de mayo de 2010

[PROGRESO] La religión de mercado

Éric Toussaint,
presidente del CADTM Bélgica
(Comité por la Anulación
de la Deuda del Tercer Mundo,
doctor en Ciencias Políticas
de la Universidad de Lieja (Bélgica)
y de la Universidad de Paris VIII (Francia);
traducción de Griselda Pineiro y Raúl Quiroz

Casi todos los dirigentes políticos, ya sean de la izquierda tradicional o de la derecha, ya sean del Sur o del Norte, confiesan una verdadera devoción por el mercado, y en particular por los mercados financieros. En realidad habría que decir que ellos han montado una verdadera religión del mercado. Cada día, en todas las casas del mundo que tienen televisión o internet, se celebra una misa dedicada al dios Mercado durante la difusión de la evolución de las cotizaciones de la Bolsa y de los mercados financieros. El dios Mercado envía sus señales a través del comentarista financiero de la televisión o de la prensa escrita. Esto sucede no sólo en los países más industrializados sino también en la mayor parte del planeta. En Shanghai o en Dakar, en Río de Janeiro o en Tombuctú, uno puede saber cuáles son «las señales enviadas por los mercados». En todas partes, los gobiernos han llevado a cabo privatizaciones y han creado la ilusión de que la población podría participar directamente de los ritos del mercado (mediante la compra de acciones) y que como contrapartida se beneficiaría si interpretaba correctamente las señales enviadas por el dios Mercado. En realidad, la pequeña proporción de población trabajadora que adquirió acciones no tiene el más mínimo peso sobre las tendencias del mercado.

De aquí a algunos siglos, quizás se leerá en los libros de Historia que, a partir de los años ochenta del siglo xx, hizo furor cierto culto fetichista. La expansión así como el poder que llegó a tener dicho culto quizás se relacionará con los nombres de dos jefes de Estado: Margaret Thatcher y Ronald Reagan. Se destacará que este culto se benefició desde sus inicios de la ayuda de los poderes públicos y de las potencias financieras privadas. En efecto, para que este culto encontrara cierto eco en las poblaciones, fue necesario que los medios de comunicación públicos o privados le rindieran pleitesía cotidianamente.

Los dioses de esta religión son los Mercados Financieros, a los que se dedicaron templos llamados Bolsa, y en donde sólo son convidados los grandes sacerdotes y sus acólitos. Al pueblo de los creyentes se invita a entrar en comunión con los dioses Mercados mediante la pantalla de TV o del ordenador, el diario, la radio o la ventanilla del banco. Hasta en los rincones más recónditos del planeta, gracias a la radio o la televisión, centenares de millones de seres humanos, a quienes se niega el derecho de tener sus necesidades básicas satisfechas, son convidados a celebrar a los dioses Mercados. Aquí en el Norte, en la mayoría de diarios leídos por los asalariados, las amas de casa y los desocupados, existe una rúbrica del tipo «dónde colocar su dinero», a pesar de que una aplastante mayoría de lectores y lectoras no cuenta ni con una acción en la bolsa. Se paga a los periodistas para que ayuden a los creyentes a comprender las señales enviadas por los dioses.

Para aumentar el poder de estos dioses sobre el espíritu de los creyentes, los comentaristas anuncian periódicamente que éstos han enviado señales a los gobiernos para indicarles su satisfacción o su descontento. El gobierno y el Parlamento griegos, habiendo comprendido finalmente el mensaje recibido, han adoptado un plan de austeridad de choque que hará pagar la crisis a los de abajo. Pero los dioses siguen descontentos con el comportamiento de España, Portugal, Irlanda e Italia. Sus gobiernos también deberán llevar como ofrendas importantes medidas antisociales para calmarlos.

Los lugares donde los dioses abruman con la manifestación de sus humores están en Nueva York, en Wall Street, en la City de Londres, en las Bolsas de París, de Frankfurt y de Tokio. Para medir su satisfacción, se inventaron instrumentos que llevan el nombre de Dow Jones en Nueva York, Nikei en Tokio, el CAC40 en Francia, el Footsie en Londres, el Dax en Francfort, el IBEX en España. Para asegurarse la benevolencia de los dioses, los gobiernos sacrifican los sistemas de seguridad social en el altar de la Bolsa , y además privatizan.

Valdría la pena preguntarse por qué a estos operadores se les ha otorgado esta dimensión religiosa. Ellos no son ni desconocidos ni meros espíritus. Tienen nombre y domicilio: son los principales dirigentes de las 200 multinacionales más grandes que dominan la economía mundial con la ayuda del G7 y de instituciones tales como el FMI —que volvió al centro del escenario gracias a la crisis después de haber pasado un tiempo en el purgatorio—. También actúan el Banco Mundial y la Organización Mundial de Comercio, aunque ésta no esté en su mejor momento, nadie sabe si de nuevo puede ser la elegida de los dioses. Los gobiernos no son una excepción: desde la era de Reagan y Thatcher abandonaron los medios de control con que contaban sobre los mercados financieros. Dominados por los inversores institucionales (grandes bancos, fondos de pensiones, compañías de seguros, hedge funds...) los gobiernos les donaron o prestaron billones de dólares para que puedan cabalgar de nuevo, después del desastre de 2007-2008. El Banco Central Europeo, la Reserva Federal estadounidense, el Banco de Inglaterra prestan diariamente, con un tipo de interés inferior a la inflación, enormes capitales que los inversores institucionales se apresuran a utilizar en forma especulativa contra el euro, contra las tesorerías de los Estados, etc.

Actualmente, el dinero puede atravesar fronteras sin ninguna imposición fiscal. Cada día circulan en el mundo 3 billones de dólares saltándose las fronteras. Sólo menos del 2 % de esta suma se utiliza directamente en el comercio mundial o en inversiones productivas. Más del 98 % restante se dedica a operaciones especulativas, en especial sobre las monedas, los títulos de la deuda o las materias primas.

Debemos terminar con la trivialización de esta lógica de muerte. Se necesita crear una nueva disciplina financiera, expropiar a este sector y ponerlo bajo el control social, gravar con fuertes impuestos a los inversores institucionales que primero provocaron la crisis y después se aprovecharon de ella, auditar y anular las deudas públicas ilegítimas, instaurar una reforma fiscal redistributiva, reducir radicalmente el tiempo de trabajo con el fin de poder contratar masivamente, pero sin disminuir los salarios, etc. En dos palabras, comenzar a poner en marcha un programa anticapitalista.

fuente: Global Research

lunes, 10 de mayo de 2010

[REPÚBLICA] El Ayuntamiento de Sevilla derriba muro del cementerio de la dictadura y acaba con el aislamiento de tumbas judías y de "disidentes"

EFE

El Ayuntamiento de Sevilla está derribando un muro del cementerio levantado durante el franquismo para integrar las sepulturas de los "disidentes" del catolicismo y de los judíos con el resto de las tumbas, algo que no ocurrirá con los enterramientos musulmanes porque esta comunidad no lo quiere. La puerta de entrada de los disidentes, que ahora se llama Paseo de la Libertad y ocupa 2.000 metros cuadrados, no tiene símbolos religiosos y sólo mantiene un reloj de arena con alas como representación de la fugacidad del tiempo.

Allí se enterraban, entre otros, a protestantes, evangelistas, suicidas, a niños sin bautizar o incluso a un cura que dejó el sacerdocio porque se casó y que murió en 1892.

- Toreros y tonadilleras.

En esa zona, distante pocos metros de la que acoge a las tumbas de personajes famosos como toreros o tonadilleras, no es raro encontrarse sepulturas de franceses, alemanes o incluso de un palestino con una lápida escrita con caracteres árabes y latinos. Junto a las tumbas de los disidentes está el espacio con unos sesenta enterramientos hebreos, el más antiguo de los cuales es de 1883 -año 5643 del calendario hebreo-, donde yace un chico de 17 años.

- Integrados en mismo espacio.

Desde el Ayuntamiento se quiere que todas las zonas se comuniquen y que se integren con el espacio destinado a la futura ampliación del camposanto, según ha precisado a Efe la concejal responsable del cementerio, Teresa Florido. Para ello, la zona de los judíos ya se comunica visualmente con el Paseo de la Libertad gracias que se ha tirado parte del muro que les separa, donde se colocará una valla con elementos que recojan el número cabalístico de los hebreos, el siete.

- Desde 1853.

El cementerio municipal de San Fernando abrió sus puertas en 1853 con tres partes diferenciadas: la de los católicos, la de los disidentes del catolicismo y la de los hebreos. Tras la Guerra Civil se creó una zona nueva para los musulmanes que ayudaron al dictador Francisco Franco durante la Guerra Civil, aunque ésta no se integrará con el resto porque no lo quieren sus dirigentes en Sevilla, según la concejal. En la II República se unieron todas las zonas porque el Gobierno decretó la aconfesionalidad de los cementerios, pero tras la Guerra Civil se volvió a levantar el muro que separaba a los disidentes de los hebreos y de los católicos.

- Jardín romántico.

En la obra que el Ayuntamiento pretende acabar en julio próximo se dejará parte de ese muro para recordar su historia, y la idea es hacer del entorno un jardín romántico con instalaciones de agua que permitan al caminante, junto a su "musicalidad" y la "belleza de la vegetación, obtener una visión conjunta de las distintas culturas", ha precisado la arquitecta responsable del proyecto, Isabel Moreno.

- Seis millones de euros.

El cementerio tiene 28 hectáreas y 99.474 "unidades de enterramiento", en cada una de las cuales pueden acogerse los restos mortales de varias personas. Con estas obras, el Ayuntamiento subraya que destina un total de seis millones de euros en la adecuación y mejora de las infraestructuras del cementerio de San Fernando.

fuente: El Plural

domingo, 2 de mayo de 2010

[CULTURA] La Corona y la República de las Letras

María José Rubio


Con la primavera, la Cultura se anima. Entre días y ferias del Libro, la familia real pone nombre y cara a diversos premios culturales. Los más recientes: el Cervantes, entregado con solemnidad por el Rey Juan Carlos y que este año ha contado con la anécdota de un ilustre premiado -José Emilio Pacheco- en calzoncillos, o el menos conocido, pero no menos importante, Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, concedido al poeta y académico Francisco Brines. Bendita Cultura, que merece los oropeles, y bien premiados los premiados, por esforzarse en sacarle brillo a la vida.

El fomento de la cultura cuenta entre las obligaciones más agradecidas de la Casa Real. A todos nos mueve el afán de grandeza y nos halaga el reconocimiento de los méritos. Si el que nos entrega el premio lleva corona y manto de armiño, mejor que mejor. ¿Quién se atreve a rechazar el ringorrango de los Nobel? Solo dos personas- el filósofo Jean-Paul Sartre y el químico Richard Kuhn- lo han hecho en su historia. Cuanto más protocolo y etiqueta en la entrega de condecoraciones, más se admira la categoría de los galardones y de los galardonados. Así funcionan también nuestros Premios Príncipe de Asturias, refinado escaparate internacional de España.

Pero no son éstas las únicas condecoraciones culturales que llevan representación regia. Con el nombre de nuestro monarca se entregan los premios Rey Juan Carlos de Derechos Humanos, de Economía, y el Internacional de Periodismo. A ellos se suman los premios Reina Sofía de Composición Musical o el de Conservación y Restauración del Patrimonio Cultural. La princesa de Asturias ha aceptado recientemente la presidencia de honor del Premio Cirilo Rodríguez de Periodismo para corresponsales en el extranjero.

Curioso y enriquecedor contrapunto: La Corona en complicidad con el conjunto de sabios y eruditos que conforman lo que desde la Edad Media se conoce como la República de las Letras, la imaginada institución donde no hay presidentes ni monarcas, ni votos ni líneas de sucesión, solo los méritos del intelecto.

fuente: Reyes, príncipes y ranas